jueves, 22 de septiembre de 2016

(CAPÍTULO I) 30 AÑOS DE EVOLUCIÓN BAJO EL MAR DE EL HIERRO.



CAPÍTULO I: ASPECTO DEL FONDO MARINO DE EL HIERRO ANTES DE COMENZAR EL CALENTAMIENTO DEL AGUA:


Quisiera compartir una pequeña historia que se remonta hasta los años 70, en una de las islas más occidentales de Canarias, la isla de El Hierro.


Costa del pueblo del Tamaduste. 


Desde muy pequeños tuvimos la suerte de vivir cerca del mar, en concreto, en la costa del Tamaduste, un pueblo situado en el Nordeste de la isla y frecuentemente azotado por los vientos alisios, que forman frecuentes oleajes y fuertes corrientes en la costa. En semejante entorno abrupto y salvaje nos criamos y andábamos descalzos por las coladas cortantes de lava y nadábamos en el mar del Norte con gran soltura y tranquilidad. Teníamos 6 años y ya escuchábamos que existía un pez llamado romero capitán (Labrus bergylta) y que se pescaba en el Tamaduste, pero para nuestra sorpresa nunca lo vimos,  ni dentro ni fuera del agua. Era un misterio que rozaba a veces la ficción, ya que no llegábamos a creernos del todo de la existencia de dicho pez. Sin embargo, los viejos del lugar si recordaban pescarlo… era un romero tan grande como una vieja (Sparisoma cretense)…explicaba un viejo pescador con alegría y añoranza en sus ojos.

 
Romero capitán (Labrus bergylta), antaño abundante en El Hierro y con un tamaño máximo de 60 cm. Foto: Pedro J Pascual.


No les voy a dejar con la intriga, como nos sucedió a todos los niños que frustrados no conseguíamos pescar a tan codiciado romero, y les voy a contar el porqué de la desaparición de el romero capitán que nadie comprendía y que se tardó muchos años en entender.
Sin ser conscientes en esa época, de la realidad que estaba aconteciendo, estábamos ante el inicio del cambio climático en Canarias y en el resto del mundo. La temperatura del agua había subido un grado desde los años 70 hasta los 90, y este hecho fue suficiente para que especies exigentes por las aguas frías, como el romero capitán, tuvieran que irse de la isla de El Hierro.
La isla de El Hierro se convertiría en un laboratorio natural donde poder ver la evolución de dicho cambio climático, ya que a diferencia de las otras islas, El Hierro se encontraba más alejado de la influencia refrescante de los afloramientos de la costa Africana, y por tanto, más afectada por los frentes térmicos tropicales provenientes del suroeste del océano Atlántico. Esta ubicación geográfica tan occidental de la isla afectaba a su temperatura con un grado más, con respecto a las demás islas. De esta manera, El Hierro se convertiría en la isla más afectada por el progresivo calentamiento del agua y un ejemplo de la futura evolución en el resto de las islas centrales y orientales.
 

Temperatura superficial del mar en el mes de septiembre del 2010. Islas Canarias. En los años 70 la temperatura no subía de los 23 grados.


Pero vamos a retroceder en el tiempo a los años 80-90, cuando comenzaba a cambiar la composición de la fauna y flora marina de la isla de El Hierro.
En esa época, éramos unos críos que disfrutábamos del mar, surfeando cuando había oleaje y haciendo snorquel cuando se calmaba. Nuestras mayores aventuras en aquel entonces era surfear la mayor ola o nadar pasada la raya azul, donde acababa la plataforma costera y comenzaba un veril que se perdía en el abismo y el azul profundo del océano que te atrapaba con su vértigo.
Aunque seguramente el mayor reto fue dar los primeros pasos con un equipo de snorquel y de surf del paleolítico, ya que en esa época el material de buceo o de surf era básico y poco abundante o casi inexistente.




Foto de carrete tomada en los años 90. Se aprecia lo básico del equipo de apnea. Había poca cantidad y calidad, por lo que nos apañábamos con un tubo viejo, unas gafas heredadas, aletas cuando había, calcetín de algodón como escarpín y olvídate de traje de neopreno, que era un artículo escaso y de lujo. En la foto se observa lo abundante de las praderas de orchilla o musgo picón (Cystoceira abies marina).


Más adelante fue evolucionando el mundo del buceo y pudimos conseguir una cámara automática submarina de carrete, de la cual sólo 2 o 3 fotos salían bien, de 36 fotos del carrete que había que revelar a papel.  Gracias a estas fotografías teníamos un recuerdo vivo de cómo era el fondo de aquella época. En la costa somera había praderas del alga amarilla llamada orchilla o musgo picón (Cystoceira abies marina) y a profundidad estaba lleno de extensos blanquizales ocupados por el erizo negro de púas largas (Diadema africanum).




Fondo antes de comenzar el cambio climático. Años 70-80.



Foto de carrete tomada en los años 90 donde se aprecia la zona de transición entre la plataforma rocosa recubierta del alga amarilla orchilla (Cystoceira abies marina) y el blanquizal que se sitúa justo en la profundidad donde la influencia del oleaje desaparece y no afecta al anclaje de los erizos.




Foto de carrete tomada en los años 90 donde se aprecia que el fondo rocoso a mayor profundidad era un blanquizal, sin algas y lleno de puntos negros que son los erizos anclados entre las piedras. Como se ve en la fotografía, a mayor número de agujeros y grietas en el fondo, mayor el número de erizos y por consiguiente más maduro es el blanquizal.




Aspecto de un blanquizal. La densidad de erizos de púas largas es tal, que se comen a todas las macroalgas, dejando las rocas peladas y recubiertas por algas calcáreas blanquecinas que son las únicas que sobreviven a la acción ramoneadora de los erizos.



Si quieres saber más sobre los Blanquizales de Canarias pincha en estos dos enlaces:



Sin embargo, algo estaba sucediendo a partir de los años 70-80, ya que se empezaban a ver especies tropicales que antiguamente no habitaban estas aguas templadas. Al principio llegaron unos pocos que se veían de forma casual, pero con el tiempo algunas especies se aclimataron tan bien que en 20 años aumentaron enormemente sus poblaciones. Es el caso del pez trompeta o violín (Aulostomus strigosus), gallo oceánico (Canthidermis sufflamen), caboso tropical (Gnatholepis thompsoni), etc. 


No se pierdan el próximo capítulo donde veremos que sucedió al ir aumentando la temperatura del mar…

4 comentarios:

  1. Interesante y precioso trabajo de los hermanos Del Rosario, que me permito compartir en la página de Asociación de pesca "El reboso", ya que los pescadores recreativos, conocemos el mar de superficie, pero nunca el fondo.

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    1. Muchas gracias y un placer compartirlo con todos los amantes del mar!

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